sábado, 5 de noviembre de 2011




Bienvenidos a Visaria la tierra de los monstruos, dónde no están todos los que son, ni son todos los que están.
Bueno, bueno, bueno, infelices criaturas, se terminaron las vacaciones, ¿os lo habéis pasado bien?, yo he vuelto al confinamiento de mi vieja torre. Las criaturas como yo, nunca han de salir al exterior, debemos de permanecer encerrados entre viejos tratados de magia, cráneos, candelabros y la sucia luz ambarina de las velas. He vuelto a degenerar. La moda y los cambios de look no eran para mí. Les he cogido cierta aversión. Tengo alma de alquimista.
 He engordado a base de cervezas y tapas rancias y a pesar de lo cadavérico de mi aspecto, se me ha puesto una barriguita sumamente interesante.
En cuanto a mi vida social, también ha sufrido cambios. Me han expulsado del club de Golf,  de la asociación de padres y madres (Ampa) del colegio, (por pervertido e inmoral), y hasta del coro de la parroquia (esto último me dolió muchísimo). Y  sólo porque me dio por criticar la última visita del Papa.
No sé, no sé, todos  esos niñatos llegados de Venezuela, Colombia, Ecuador y Perú, tan sonrientes, jubilosos y llenos de Fe, me hicieron dudar sobre un posible montaje.
Solo faltaba Dora la pequeña exploradora, con su odiosa cancioncita de “venga vámonos,  everybody lets go” presidiendo el cortejo. ¿No os parece algo verdaderamente preparado?, ¿sabéis cual es el salario base de estos países?, la mayoría necesitarían años para pagarse el billete de avión, (eso sí mis camaradas, los controladores aéreos, no lo boicotean).
¿Quién me mandaría abrir la boca?  
Mis amigos los católicos son extremadamente maquiavélicos, llevan más de dos mil años viviendo del camelo. Poseen la visión, la perspectiva. Tienen el control absoluto gracias al despliegue de medios, el márketin y sus predicadores de labia sin igual. Son admirables.
 Que le comieran el coco al tal Constantino, puede pasar (era un blando), pero que pudieran lavarle el cerebro al propio Rey de los hunos, Atila, tiene C.J.N.S, la cosa. Después llegaron las cruzadas, las guerras contra los monopolios cataros y templarios, la Inquisición, las prohibiciones, las quemas de libros y de gente, y el choque brutal contra los Luteranos… sí, son buenos, muy buenos, supieron adaptarse a cualquier situación. Se metieron al pueblo  en el bolsillo. Lo supieron atraer hacia un paroxismo de mesmerismo sin igual. Los enfervorizó.
 Parece mentira lo que es capaz de hacer la gente, al dejarse llevar de esa forma, por las nuevas tendencias. Yo mismo he presenciado en diferentes ocasiones esa locura colectiva. Si queréis comprobarlo, id a ver el último concierto de los Maiden. Si podéis escapar de la atracción, mirad a vuestro alrededor.
Las gentes pierden el control por completo, permanecen en un estado de irrefrenable éxtasis. La verdad es que asusta un poco. El grupo, la manada, la colectividad es muy fácil de dominar, el truco está en derrocar al individuo, eliminarle, hundirlo o conducirle al rebaño. Nunca tenemos que dejarle pensar por sí mismo, resulta demasiado peligroso. (No debería de desvelar mis planes maléficos para dominar el mundo, ¿verdad?), olvidad cuanto he dicho. Esto… ¿por dónde estaba?... ¡ah, sí!, “Si a algún lugar queréis llegar, me habréis de consultar, soy el mapa, el mapa, el mapa, el mapa, el mapa…SOY EL MAPAAA”
¡Ah, los cristianos!,  lo que dieron de sí las supuestas palabras de un modesto carpintero. (Digo supuestas porque en realidad nadie vio nunca nada escrito de su puño y letra)
Humildad, caridad, celibato, pobreza y obediencia, son los cinco pilares de cualquier orden católica.
Que gente tan maravillosa, son un claro ejemplo de virtudes.
Lamento muchísimo que me hayan expulsado. Todos tenemos un mal día, una debilidad. Quién sabe, empezando y metiendo la cabeza, quizá me hubiera labrado un extraordinario futuro, ¿me imaginan de Obispo?, tengo que considerarlo seriamente.
En fin, pues eso, que  en la actualidad, tengo menos futuro en el barrio, que aquel individuo que patentó la máquina tele trasportadora, (con mosca incluida), Un fracaso absoluto. (Algo así tenía que pasar).
Me llevará años  engañar a los de la villa y forjarme una reputación. Pero lo lograré con mentiras, extorsiones, regalitos, (procuraré que no sean trajes, ya está muy visto), sobornos y ante todo y por encima de todo, creando fuertes lazos de amistad con Botín. ¡Te quiero!, ¡eres un señor!, has creado una gran bestia que devora y desgarra.  Una criatura salvaje que sólo tú controlas. Los imperios caerán rendidos a tus pies, eres el amo. El P. amo.
Se nota que se aproximan las elecciones y he de hacerle la pelota (a parte de alguna felación) y ponerme las pilas porque los aspirantes al título vienen pisando muy duro.
Os lo juro he visto de todo. Anal intruder, cojoneras claveteadas, máscaras sado, muñecas hinchables, electrodos para los pezones, látigos, fustas, succionadores de aire y hasta un San Bernardo. Los nuevos políticos improvisan, son muy listos a pesar de no saber ni hablar inglés. La competencia por satisfacer los caprichos de la banca es enorme, pero sabré superarles. (Soy muy creativo).
Un momento, ¿para qué querrán un San Bernardo?
En fin, el pueblo es sumiso hasta la extravagancia y accederá a cualquier cosa. Nunca, se enfada (lo cierto es que son unos exagerados), ¿por qué deberían de enfadarse?, ¿porque les quitan el piso y han se seguir pagando las deudas?, haberlo pensado antes.
- Pá qué os metéis dónde no podeís.
Se lo tienen merecido.
Dejemos estos temillas sin importancia y pasemos a ofreceros un poco de mi  sabiduría. Estamos aquí para hablar del universo gótico. Hoy me apetece escribiros acerca del cine, ese arte del que surgió Visaria.
¿Y por qué del cine?, os responderé diciéndoos que es una base importante del estilo que nos atañe.
Con las nuevas tendencias, DVD Y Blue-ray Disc, nos hemos acomodado, muchos prefieren ver una buena película antes que leer un grueso volumen (yo aún no), aunque reconozco que existe un tiempo para todo.
Empecemos pues, atajo de ignorantes.
La primera película que me impresionó en profundidad del cine gótico (porque aparte del cine de terror me gustan otros géneros. Desde clásicos como, “Los increíbles”, “Monstruos S.A” “Wall-E”  y  “La edad de hielo”, hasta… ¿veo algo más en mí casa?),
Pues eso, fue Frankenstein, la vi con apenas seis años, (cosas de tener un hermano mayor en casa) recuerdo el día, fue una tarde calurosa de gran tedio y aburrimiento, en vacaciones de verano, estábamos ambos delante de un viejo televisor Inter de blanco y negro. La película de primeras no me dio miedo, pero  me hizo pensar y luego, al anochecer me asusté, estuve imaginándome al monstruo hasta que me quedé dormido. A pesar de ello, desde ese momento, tuve muy claro mi gusto y afición hacia lo lúgubre.
De algún modo, el terror me ha acompañado gracias a esas escenas.
Os voy a dar, tanto a góticos como a aficionados, una lista de películas interesantes, algunas creo que imprescindibles para entender un poco este movimiento urbano-romántico. Quizá,  algunos puristas se rían, pero así son las cosas. Para gustos, colores y para colores, niños.
Bien, bien, empezaré más o menos cronológicamente, adentrándonos en el cine mudo.
La película que más llamó mi atención, no fue el clásico de Murnau, NOSFERATU, pido mil perdones a los más fanáticos,  reconozco que el aspecto de  Max Schreck, no ha sido hasta ahora, jamás superado, como tampoco el impresionismo alemán de ciertas tomas, pero me quedo con HÄXAN, una extraña película sueca producida por un cantante de ópera frustrado, llamado Benjamín Christensen. Un genio caído en el anonimato. Ya se sabe que si las películas (en aquel tiempo), no eran alemanas o americanas, solían  rechazarse sin escrúpulos (más o menos, como ahora).
HÄXAN, es una película maldita que narra la historia de la brujería a través de todas las épocas.
Provocó en su estreno una polémica sin igual, especialmente en los círculos más conservadores de la Iglesia.
Os gustará, (es para ver a solas y por la noche), como contemplar una galería  de cuadros mórbidos.
Le sigue FAUSTO, de Murnau. Ya sé que esta película, se la ha tachado de excesivamente comercial y que contiene ciertos errores garrafales,  como que falte uno de los cuatro jinetes del apocalipsis, las proyecciones erróneas de las sombras sobre las maquetas o que la nieve, no sea tal, sino plumas, descendiendo con gran torpeza. Sin embargo, los decorados y la interpretación de Mefistófeles y Margarita abandonada a su suerte, (incluyendo su muñeco bebé, con pilas en sus brazos), me parecen realmente buenas.
Otra gran película fue EL FANTASMA DE LA OPERA, interpretada por Lon Chaney (padre), el hijo es el clásico hombre lobo de la Universal.
Volviendo al padre, dicen sus contemporáneos que hacían unas representaciones teatrales increíbles, lo nunca visto hasta el momento y sin necesidad de maquillaje. Es una lástima que no nos haya quedado nada de tales interpretaciones.
EL DOCTOR  GALIGARI, de Robert Wine, con su sonámbulo César, es digna también del más exigente.
Les siguen  muchas más, pero yo reseñaré tan sólo dos películas: El GOLEM,  y EL MALVADO ZAROFF, el resto es más de lo mismo, se exagera la virginidad inmaculada de las heroínas (cuidado con las mosquitas muertas), la maldad  de los villanos (curiosamente, además de malvados, zumbados del coco) y la valentía del héroe acompañada a marchas forzadas por un incomprendido pianista que se deja los dedos en una absurda melodía que él mismo tacha de horrorosa.
Un poquito más adelante, considero interesantísima la cinta de LA PARADA DE LOS MONSTRUOS, otra de las películas más prohibidas en la historia del cine. Los personajes, resultaron ser monstruos reales de feria.
En cuanto a los clásicos, que tanto me gustan de la Universal, la madre de Visaria, optaré por suprimirlos. Quien siga este blog, sabrá que a estas alturas, he arrojado suficiente información al respecto), tan sólo mencionar dos  clásicas que son BLACK CAT, traducida pesimamente en este país como SATANAS, (hasta Zapatero y Mariano, serían capaces de traducirlas con exactitud, bueno eso espero) y LA TORRE DE LONDRES.
 De las dos me quedo con la primera. Black Cat,  es realmente entretenida. A mí, ciertas escenas (perdónenme los más entendidos), me recuerdan un poco a METROPOLIS.
Sigamos con EL RETRATO DE DORIAN GRAY con una jovencísima Angela Lansbury. La atmósfera de la película es bastante interesante, su frivolidad es exquisita. (No soy un sexista, pero se la recomiendo a todos los gays, de las inmediaciones,  parad un ratito, descansad y  dejad de meter el trenecito en el túnel del amor, cesad en vuestras ansias y echarle un vistazo, os gustará).
Otra curiosidad, es la película LA BELLA Y LA BESTIA, (me gusta apostar por el cine gótico europeo).
¿Y durante todos estos años que sucede en nuestro país?, España, España, España, ¡por una grande y libre!, ¡ah, que gloriosos  tiempos de bigotitos recortados, tirantes con la bandera, bañistas gordos demostrando la calidad de nuestras aguas, queso americano, pantaloncitos cortos, catecismo, profesores más sicópatas que los peores monstruos y un largo muestrario patriótico! ¡Cuánto lo añoro!
Por aquel entonces, muchos hicieron equilibrios en el alambre, jugando con la censura.
Nuestras dos películas claves, han sido sin duda LA TORRE DE LOS SIETE JOROBADOS de Edgar (otro Edgar) Neville-1944, (se imaginan el año. El caudillo cruzando los dedos para que Alemania ganara la guerra).
 En esta película hay una escena sublime que muestra un mundo subterráneo debajo de Madrid.
La otra, es EL CLAVO, de Rafael Gil y con Amparo Rivelles.
 Luego, ya lejos de nuestra gloriosa patria, llega otra  auténtica joya de la corona,  EL SEPTIMO SELLO.
¿Qué puede decirse de esta película de supuestos tintes medievales? .Vedla sin más, la psicología de las escenas  muestra un tema básico, la muerte. Creo que hasta ahora, no ha sido superada.
El tiempo corre, y la competencia de la Universal (ya muy en decadencia) aparece en Inglaterra, con sus clásicas películas de la Hammer. No quiero perder demasiado tiempo con ellas, solamente subrayo las dos primeras partes de DRÁCULA de Christopher Lee, nada que ver con el Drácula de Bela.
En estos, años, el cine de terror es sin duda para el maestro Roger Corman, un genio que con escasísimo presupuesto rodó joyas como: LA OBSESION, la mejor sin duda, inspirada en el cuento de Edgar Alan Poe, el entierro prematuro.
También es una película para ver en silencio, sólo y escuchando la lluvia. 
Os recomiendo del mismo director, LA MUERTE DE LA MASCARA ROJA,  dónde inteligentemente adaptó dos historias de Poe, la que da el título a la película y Hop-frog (mi blog, a punto estuvo de llamarse así). Le siguen muchas más, casi siempre inspiradas en Poe, pero las dos mejores, son las ya citadas.
Sigamos con lo nacional, ¿qué ocurría?, llegó el destape, las Suecas, Marbella y nuestro Jacinto Molina, Paul Naschy, el hombre que vio llorar a Frankenstein. (Bajaros, perdón, compraros sus películas, un tanto horteras, pero tienen su puntazo, algunas sorprenden por su calidad , en especial las que fueron dirigidas por él) .
Al tiempo, año más, año menos (sí, sí ya sé, me he perdido) surgió el Corman español, Narciso Ibáñez, os recomiendo  sus HISTORIAS PARA NO DORMIR, creo que ya he hablado de esto… y como películas suyas LA RESIDENCIA, o ¿QUIÉN PUEDE MATAR A UN NIÑO?, ambas muy buenas.
Digna de tener en cuenta, es PÁNICO EN EL TRANSIBERIANO, una mezcla de terror y ciencia ficción, muy divertida y original.
Más con nuestros tiempos, le siguen EL ESPINAZO DEL DIABLO, una ambientación inigualable, LOS OTROS de Alejandro  Amenábar  (el ambiente claustrofóbico de la casa, es sorprendente), siempre diré que me gusta más que EL SEXTO SENTIDO, y como despedida y aunque resulten excesivamente comerciales recomiendo  LA HERENCIA VALDEMAR y su segunda parte  LA SOMBRA PROHIBIDA. No están nada mal, aunque a veces, a los actores les falta un poco de fuelle, pero ánimo tíos, seguid así, vais muy bien.
Respecto al resto y ya completamente perdido en el sentido cronológico del tema, (me cuesta, me cuesta, he de reconocerlo), os  mencionaré a mi ALIEN, EL OCTAVO PASAJERO, otra de las películas (del género, a mí me resulta gótica) que más impacto tuvo en mi vida. 
Le siguen, EL EXORCISTA, (sería imperdonable no verla) HELLRAISER, (muy original),  POSESIÓN INFERNAL, (toda una época ochentera), DRÁCULA de Coppola, más barroco que gótico, pero muy conseguida (aunque aquí, ya empieza a caramelizarse un poco el fenómeno vampiro), EL CUERVO, con el fallecido Brandon Lee y una estética muy lograda (en mi opinión la cagan un poco con la acción), pero se les perdona. Su tema principal de The Cure, es fascinante.
Considero el trabajo de THE RING, muy conseguido, (lo siento pero me gustan más las dos partes americanas que la original japonesa) y EL SEXTO SENTIDO, el director apostó fuerte por una, hasta entonces desconocida perspectiva.
Y para concluir, no nos olvidemos del gótico de moda, el heredero de las viejas glorias, Tim Burton. Yo personalmente creo que es muy comercial, siempre con Johnny Depp a cuestas, pero reconozco, que me gusta. Sus mundos, poseen energía e imaginación, una fuerza victoriana con toques gótico-revolución industrializada. No está nada mal. Por cierto, sin lugar a dudas, me quedo con SLEEPY HOLLOW,
Bueno, pues creo que no me falta ninguna, de las que yo considero grandes obras maestras del cine de terror.
Ahora, ya es tarde, y la  luna comienza asomar por entre las cumbres que circundan Visaria.
Los de la aldea, duermen, permanecen confiados en el interior de sus hogares, no sospechan nada acerca de mis pérfidas maquinaciones. Estoy resentido, con ellos.
Puede pasar lo del club de golf, incluso lo del AMPA, pero que me hayan expulsado del coro parroquial, eso no puedo perdonárselo.
Crearé un poliquitineitior en mi laboratorio con el que sembraré el caos en sus aburridas vidas. (Risa siniestra),
Ya sé, ya sé, soy muy malo, pero cada uno es lo que es, yo he nacido así, con demonios gárgola en lugar de angelitos, decorando mi cuna.
Pertenezco al bosque, a la lluvia y a la tormenta. Siempre he caminado por un sendero sin baldosas amarillas.
 Hasta pronto queridos visitantes…

  

jueves, 8 de septiembre de 2011

Para que podais participar...............

Atendiendo a vuestras peticiones, he pensado que la mejor forma de recoger opiniones y comentarios, es a través de mi correo:
eladiogarciabravo@hotmail.com
Así podrán publicarse posteriormente en el blog.

¡ah! y gracias al millar de visitantes.

sábado, 3 de septiembre de 2011

EL MONSTRUO



Monstruo (definición):
Ser vivo que posee caracteres morfológicos muy distintos de los habituales de su especie.
Ser fantástico, extraño y desproporcionado.
Persona muy cruel o perversa.
Persona o cosa de una fealdad o dimensión extraordinaria.




Bienvenidos a Visaria, la tierra de los monstruos.
Aquí me  encuentro enclaustrado en mi derruida atalaya.
Observo desde el ventanal las casitas de la aldea y me río de sus desgraciados moradores.
No me gustan, son todos unos hipócritas peores que yo, (bueno, peores  que yo, no... uno tiene que mantener una reputación).
Por estos lares, el progreso ha pasado sin detenerse, no están a la moda. Visaria continúa estancada en sus imágenes de blanco y negro. No podría imaginármela en color.
Pero aunque no lo crean  ha madurado, se han originado cambios importantes y su estructura y desarrollo no siempre fue así.
Hubo sobornos, cambios de gobierno, alcaldes corruptos, politización extrema, favoritismos para unos, trabas para otros, bueno, ya saben, lo normal en cualquier pueblo.
Visaria antes de ser Visaria fue llamada por otros nombres.
En la primera película de Frankenstein (para mí la mejor, el maquillaje de Boris Karloff fue insuperable, luego engordó y el monstruo no volvió a ser el mismo, cosas del éxito, la buena vida y la edad) la villa se llamaba Goldstadt, y después en el hijo de Frankenstein, la llamaron Frankenstein, (no se complicaron demasiado, ¿verdad?).
El nombre de Visaria fue utilizado por primera vez en “El hombre lobo y Frankenstein se conocen” el titulito se las trae.
Por eso y a pesar de tratarse del mismo lugar, la misma aldea, la misma torre, el mismo laboratorio, tuvo un proceso de claros altibajos de madurez, hasta que finalmente sus decorados se volvieron más sofisticados.
Yo también he sufrido un proceso de madurez, he cambiado, he decidido transformar mi monstruosa presencia. Ya no quiero ser un monstruo. Por tanto,  me he despojado de la chistera y trato de disimular con un nuevo peinado los forúnculos de mi calvicie, los del culo como no se me ven, no tienen importancia. Sigamos, ¿por dónde  estábamos?, ¡ah, sí!, también tomo pastillas mentoladas  con el propósito de combatir mi deleznable halitosis, y  he optado por deshacerme de la clásica levita de enterrador que tanto me caracterizaba. La he cambiado por una serie de atavíos de marcas, tales como Paul & Sark, Ralf Lauren, Faconable y cómo no, Lacoste (la lista acaba de ser confeccionada por la ninfa de los mares).
Pues sí, tras innumerables esfuerzos, he logrado conseguir un maravilloso look.
Ahora ya no soy ninguna aberración.
Me miro con mi polito rosa de manga corta, el jersey anudado sobre los hombros y no dejo de deleitarme con mis atractivas formas.
Adiós al monstruo.
Reconozco que el monstruo fue un fenómeno que me apasionó, quizá porque yo pertenezco a ese mundo de sombras, fealdad, perversión y olvido.
La muchedumbre “normal” me rehúye y me señala con sus dedos.
Las semillas del odio, siempre suelen ser sembradas por los hombres que se consideran buenos.
Espero que con los cambios efectuados, me acepten de una vez.
El monstruo, osea mi antiguo yo, era un personajillo a quien no le gustan los toros, ni los eventos deportivos, ni internet, ni si quiera la tele  basura. Y debía de permanecer encerrado en su laboratorio de científico loco. Un lugar instalado en un viejo torreón e inundado de cachivaches estrafalarios, incluido el difusor cósmico (no es broma, ese chisme sale en la novia de Frankenstein).
Pero, ¿qué es un monstruo?, ¿alguien como Gilles de Rais o la famosa Erssebet Báthory?, acaso ¿Jack el destripador?,





 no no lo creo, sin duda fueron unos incomprendidos de su tiempo, “angelitos míos”
Para responder a la pregunta podríamos volver a los exámenes minuciosos de guías  y artículos, pero no lo haremos. No, no funciono así.
Mis fuentes principales siempre han sido las barras de bar, las jarras de cerveza, los tipos raros que suelen caer mal, el Heavy Metal (mucho Iron Maiden), las olvidadas bibliotecas y las leyendas de nuestro riquísimo folklore. Yo soy del norte y allí estamos acostumbrados a cohabitar con engendros ancestrales que se pierden a lo largo  del tiempo.
Me ahorraré  hablaros de los cuélebres, el patarico, l´home llobu, inxanos y demás ogros  o engendros populares. Para eso tenéis los típicos libros atrapa - turistas. Tened cuidado con ellos, existen algunos que son un verdadero timo. Si queréis información fiable al respecto,  poneros en contacto conmigo.
La verdadera procedencia  de tales entidades, son el temor a los bosques y a otras tribus vecinas (dejando el romanticismo comercial que tanto acompaña al mundo céltico,  los susodichos señores poseían la afición de coleccionar cabezas y quemar vivos a los prisioneros en muñecos de paja) y también temían al fiero vikingo (Gijón fue saqueado a placer hasta que a un tal Ramiro, que no viene demasiado al caso, se le hincharon las narices).
Naturalmente a medida que fueron pasando los siglos, los monstruos y criaturas mitológicas fueron adaptándose a las diferentes generaciones.
¿Quién no ha escuchado historias del  Kraken, de serpientes marinas, de Nessie, de dragones y Rocs, del Yeti o el Bigfoot?
Por eso y sin perdernos en un entresijo de erudición, intentaré mostraros el sentido filosófico de lo que supone el fenómeno. Para ello pondré como ejemplo a mis queridos monstruos de la Universal, que son sin duda, los más conocidos e  inocentes de todos.


Drácula, Frankenstein, El hombre lobo, El fantasma de la ópera, La polvorienta momia, El hombre invisible y el desafortunado monstruo de la laguna negra, abrieron las puertas de la imaginación a unas generaciones turbulentas y confusas. Fue una sociedad bastarda, una mezcla de la Gran Guerra, Al Capone,  El Ku klux klan, el desempleo,  las finanzas y los contactos de Wall Street. (Muchos perdieron la vida, aparte de sus millones y tomaron la determinación de saltar por las ventanas en el famoso jueves negro).
Sí, fue necesario el nacimientos de los monstruos universal,  el cine estaba en decadencia, como decadente era la sociedad. Adiós a los actores mudos y a su interpretación sobreactuada, el sonoro llegó a marchas forzadas,  Hollywood comenzó a difundir  una distracción mucho más elaborada, un divertimento macabro, pero capaz de aplicar una inyección de olvido que no hiciera pensar  en la gran depresión.
¿No les resulta familiar la época? (Nueva dosis de risitas estúpidas)
Pero no quiero hablar de esta incierta situación que estamos viviendo. Creo que la gente es muy dada a la exageración.
Olvidémonos por unos instantes, de las marchas protestas (el quince M), que tan de moda están, olvidémonos de la banca y su maravilloso  buen juicio ético-moral. No hagamos dolorosas cábalas sobre el paro, ni tampoco pensemos en monarcas  bonachones entristecidos por la economía de sus súbditos. No, no pensemos en príncipes, ni princesas, en infantes,  ni en infantas, ni en reyes,  ni reinas que no cesan de repetirnos que  guardemos austeridad sin que ellos rehúsen a su sueldo.
 ¡Viva la monarquía!
Olvidémonos también de aquella insurrección espartaquista que dejó muy claro, la desigualdad de las clases proletarias. Me refiero a la huelga de controladores aéreos, olvidémonos de su honorable causa, defendida a fe ciega por su representante, ¿recuerdan?, aquel guaperas repeinado de verborrea admirable y gestos perfectamente adiestrados.
¿Se habrán pedido responsabilidades?
Espero que no.  Vuestra causa nos parece justa en extremo, adelante compañeros, (yo personalmente pediría un aumento salarial y más tiempo libre), sois mis héroes.
  Y en especial, no pensemos  en nuestros maravillosos políticos (incluida la oposición), que tanto se preocupan del bien estar del País, con su clásica solución a todos los problemas: 
“Quítate tú, pá poneme yo.”
Pasemos, pasemos a los monstruos y a las distracciones populares, ¡Campeones, oh, ehhh!, ¡Campeones, oh, ehhh!... más macro botellón, más porritos y drogas, más música y marcha, más videojuegos, que no decaiga, ¿quién desea luchar por un mundo al revés?,  desechad tales pensamientos, fuera idealismos, fuera las lecturas complicadas…. (nueva risa siniestra).
Volvamos al monstruo, ¿no creen? Y matemos de una vez por todas, a esa panda de idealistas vago-románticos que no sirven para nada.
Monstruo… la sola palabra suena a rechazo y sin embargo, personalmente (en mi pasado, pues ahora me he reformado) siempre creí  que ellos eran los verdaderos paladines de la historia.
Que terrible equivocación.
Para mí, el monstruo fue una especie de espíritu indómito y audaz que no anhela más que la libertad.
El monstruo, no aspira ni busca nada, quizá tan sólo unas palabras, una humilde sonrisa, la mano de una niña, que termina asesinando inocentemente en un lago, al confundir con una flor.
Eso es el monstruo.
Un ser patético, anacrónico, desagradable, feo, bajito, gordo, calvo, que habla cuando debe estar callado , ¿no estará nadie dándose por aludido?, (otra risita) hoy me siento de muy buen humor, las almorranas están siendo piadosas.
Monstruo, un ser que ha de ser eliminado o reprogramado.
¡Ah que equivocado he estado durante todos estos años!
 Antes pensaba que la gran multitud  vocinglera (con estacas, antorchas, escopetas, incluso hachas en las manos), representaba a una sociedad intolerante e incapaz de aceptar los cambios. Creía que solamente ansiaban encerrar y suprimir a cualquiera que mostrara la más mínima diferencia.
Y contra todo eso debía de luchar el monstruo, tenía que  abrirse camino a través de bosques, cementerios y paisajes agrestes, siempre perdido y sólo, sin compañía alguna.
Imposible oponerse, todos al redil, hermanos.
Sonrío y claudico. Ya no he podido más.
Por eso lo del cambio de look y mi extraordinaria afición  a las marcas. Ya no quiero ser un monstruo.
¡Oh, sí!, ahora todo es mucho más sencillo, creo que soy hasta otro. La sociedad comienza a aceptarme.
Salgo a pasear con la ninfa de los mares y las gemelas enanas, compro la prensa, sonrió, asiento, buenos días, buenas tardes, buenas noches, hablo sobre eventos deportivos y noto como crece el vínculo y la sensación de pertenecer a algo que nunca he amado.
 Siento  que por primera vez en mi vida, estoy alcanzando cierto estatus, cierta reputación.
El círculo se ha cerrado.
Sécula seculórum.
Ahora mismo observo mis esqueléticas facciones en el espejo, estoy precioso con mi nueva ropa, reconozco que aún me quedan algunas telas de araña bajo los sobacos (impurezas de un tiempo perdido, nada que no se pueda arreglar)  pero el modelito me sienta muy bien, una marca es una marca, ¿no creen?
(Risa siniestra)
Oh, oh, tengo un ligero problemilla, he de dejaros, esta ropa empieza a apretarme el cuello y la entrepierna.
Los calzoncillos son demasiado estrechos, (prefiero los del mercadillo)
Esperad, no, si, sii… ya, ya, está.
Ahora  estoy liberado…que alivio, me había cogido un poquito el…en fin..., desde Visaria, hasta pronto.
Tengo que marcharme, he quedado con los muchachos del coro.
¡Ah!, se me olvidaba, regocijaros amantes de las perversiones…os dejo con ella.


Pido perdón a los moralistas, aún he de completar mi proceso de transformación, pero dadme tiempo, no os decepcionaré, os lo prometo.

jueves, 21 de julio de 2011

Un poco de culturilla.....a ver si os parece interesante, ya me contáis.

Bienvenidos a Visaria, la tierra de los monstruos, otra vez.


Hoy me encuentro sumergido  en el sopor de una agradable tarde de lluvia. Las gotas se deslizan como lágrimas de cera, por mi vidriera. Me agrada contemplar este mundo borroso que surge a través del cristal. Un mundo líquido, un mundo de fantasmas.
A veces, salgo a pasear (cada vez menos) con mis amigos. Me   dejo llevar de la mano de Catherine y del descerebrado Heathcliff, por los pavorosos  páramos de Yorkshire. Otras veces marcho en compañía de Alonso, en busca de la cinta azul que perdiera la engreída Beatriz. La mala suerte quiso, que la extraviara en los alrededores del monte de las ánimas (lo que tiene que hacer uno por darse un mal revolcón), y otras, opto por viajar en la máquina del tiempo de H.G.Wells e ir a visitar a los Morlocks, unos heavys  reprimidos.
 Pero como ya he dicho anteriormente salgo poco. No suelo agradar a las gentes. Mi halitosis me precede y  casi nadie acepta mi decrepitud cadavérica, ni mi  silueta zanquivana con traje de enterrador. No, no agrado a  las masas, huyen de mis expresiones mezquinas y avaras, les repugnan las segregaciones bulbosas que florecen en la coronilla de mi calva.
Poseo unas deformaciones dignas del Ricardo III de Shakespeare.
Cada vez permanezco más tiempo recluido en mi atalaya, me gusta estar aquí, en la biblioteca, escribiendo sobre mi alto pupitre de tintero encastrado.
Hoy queridos visitantes, quiero hablaros de literatura.
-Estremeceros, amantes del horror (ahora es el momento de arrojar una de mis repulsivas carcajadas de villano), vosotros que habéis ahondado en una búsqueda infructuosa e insatisfecha hacia, ¿hacia dónde?, ¿qué deseamos encontrar tras tanta visitas nocturnas a ruinas y cementerios?, ¿por qué escuchamos o leemos una música o un libro determinado?, ¿por qué  vemos una y otra vez una película en concreto?, ¿que buscamos?, ¿hacia dónde va encaminado todo este estilo de vida? , ¿existe algún conocimiento oculto? ¿algún mensaje?
Honestamente creo que esta singladura simplemente conduce a la mera diversión.
¿Decepcionante mi conclusión?
No importa, no importa, estoy acostumbrado.
En cualquier caso, creáis lo que creáis, os rogaría que no os dejarais tomar el pelo por los manipuladores del engaño. Detrás de todo, suele haber profundos intereses comerciales.
No os dejéis atrapar por los sacerdotes del mal, o peor aún por crédulos adoradores de lo extravagante, (esto es justo lo que diría un vampiro)
“El mayor poder de un vampiro reside en que nadie crea en su existencia”
Es el instante adecuado para lanzar otra nueva risa dantesca.
¿Seguís conmigo?, entonces volvamos a la literatura.
Esta extraña afición a escribir  relatos macabros, comenzó desde los albores de la humanidad.
Los primeros poemas (sumamente rudimentarios) fueron recogidos en Egipto y Mesopotamia (padres también de la cerveza).
Más concretamente en el libro de Enoch, ¿os suena?, es lo mismo, faltan milenios para que los cuentos comiencen a asustar un poco.
Pero lo cierto es que a pesar de los “Océanos de tiempo” que nos distancian, los temores del ser humano han variado más bien poco.
El miedo básico y ancestral es sin duda, el temor a la muerte.
De este terror desmedido, emergen todos los demás.
Quiero decir con esto, que las personas que temen a la soledad, al dolor, al fuego y al agua, (todos ellos miedos muy comunes), en realidad a lo que temen es a morir solos, o de dolor, o quemados y ahogados.
La muerte es la meta de cualquier miedo y por ello suele escribirse continuamente de ella.
Retrocedamos ahora a la antigüedad, justo cuando un liberto llamado Flegon escribió a su emperador Adriano, los primeros esbozos del terror.
A partir de ese momento, la cosa no cesó.
Podéis mirarlo en cualquier enciclopedia (perdonadme estoy anticuado), meteros en internet y os saldrá una larga lista de nombres en el Google, tales como:
Goethe, Dante, Horace Walpole, Radcliffe, Lewis, Austen, Charles Robert, Williams, Francis Barret y demás (algo desfasados para mi gusto personal, salvo F.R, con su Melmoth.
Dejemos los listados. No dicen a penas nada y los encuentro terriblemente aburridos.
El primer relato que personalmente llamó mi atención (tenía once años) fue  Frankenstein o el moderno Prometeo, de la polémica Mary W. Shelley. Polémica por lo de ser mujer en aquella época tan clasista.
Ignoro quién escribió las mejores partes de su macabra obra (algunos aseguraron que fue su esposo, el poeta Perey Bysshe), yo personalmente creo que fue ella, pues de no haberlo sido, le hubieran quitado cualquier protagonismo.
Fuera como fuese, la novela pese a ser precipitada (el  fruto de una apuesta), es sumamente original.  Aunque la joya de la corona es sin lugar a dudas, Drácula de Bram Stoker.
La historia del conde vampiro es realmente una genialidad y su construcción, a base de recortes de periódico, diarios, cartas, grabaciones, dan forma a una obra que sin ser del todo lineal compone un argumento lógico y nada aburrido. De hecho, Stoker cambió el estilo de escribir del momento. Os la recomiendo y no esperéis vampiros caramelizados.
De 1820 a 1930 nace el movimiento  de los mejores escritores del mundo macabro o del cuento fantástico.
Por nuestra parte, en España, surgieron figuras de la talla  de José María  Blanco, con su “El alcázar de Sevilla” creo que de los primeros relatos macabros. Le seguirían Eugenio de Ochoa, con “El castillo del  espectro”,  Antonio Ros de Olano, Serafín Estébanez, Bécquer (nuestro Bécquer y sus leyendas),

 y otros muchos más.
En cuanto al resto del mundo, especialmente en Estados Unidos e Inglaterra  surgieron escritores de la talla de  Dickens, Stevenson, Hoffman, Robert E. Howard y su amigo Sir Arhur Conan Doyle, tal fue su amistad que Howard bautizó a su héroe “Conan el bárbaro”, con el nombre de su camarada.
Recomiendo la novela de Doyle, “En busca del mundo perdido”, un éxito de la época, tal fue así, que el hijo del escritor, organizó una expedición  a América del Sur (no recuerdo el lugar exacto), para buscar dinosaurios vivos.
Eso sí que eran años de aventuras y sueños.

Sigamos con Fitz James Obrien, muy imaginativo, el pobre fue muerto en los campos de batalla de la guerra civil americana. Le siguió en la muerte William Hope Hodson, otro caído en combate. El muchacho, (un cachas de la época) resultó ser una gran promesa de los terrores marítimos que se vio truncada, cuando un obús alemán, lo desintegró durante la gran guerra mundial.
Su estilo no dejaba de parecerse bastante al de Poe en las aventuras de Arthur Gordon Pym.
Otra buena novela que últimamente está bastante de moda, por la pelí es “El retrato de Dorian Gray”, de Oscar Wilde. Un verdadero clásico.
Yo personalmente me quedo con Arthur Machen, su cuento “El pueblo blanco”, es buenísimo y también el de “Los arqueros”, tomado de una leyenda real acontecida en la primera guerra mundial, donde un ejército fantasmal formado por los arqueros de las antiguas batallas de Crecy y Agincourt acude en ayuda de las tropas inglesas. (Pobres alemanes, siempre son los malos).
Y podría continuar con la lista, pero ¿para qué?
Como dijo alguien muy versado, “Antes y después de Poe, no hubo ni habrá nada” (yo personalmente, creo que se pasó un poquito), pero también pienso que Poe es el gran maestro de este ceremonial gótico macabro. Quizá Howard Phillips Lovecraft, esté a su altura. Otro genio incuestionable del horror cósmico que rompió con los conceptos.
        De ambos se han escrito enciclopedias enteras, especialmente  sobre sus defectos. Se hicieron  extensos listados con ellos:
Alcoholismo, pederastia, drogadicción, soberbia, inclinaciones nazis, homosexualidad, complejos de Edipo, como ven no falta de nada.
        A diferencia de Poe, Lovecraft  1890-1937, se aproxima mucho más a la literatura contemporánea y resulta más cómodo de leer.

Howard Phillips Lovecraft, un niño feúcho, retraído y enfermizo (patologías producidas por los temores de una madre dura y dominante), un niño raro, silencioso que apenas jugaba, un niño de Visaria (si hubiese sido niña, sin duda acompañaría al monstruo de Frankenstein hasta el lago). Un niño triste que leía y leía sin parar.
Cuando murió su madre (tenía catorce años) encontró la libertad, pero jamás pudo deshacerse de su maléfica influencia.
Se casó con una tal Sonia  Greene  diez años mayor que él. (A Poe le gustaban escandalosamente mucho más jovencitas).
Lovecraft se divorció muy pronto. No pudo soportar el excesivo manipuleo de su ex, ni vivir de los ingresos de ella. (Ya es difícil en la actualidad, imagínense en aquellos años)
Lovecraft, el escritor,  Lovecraft el niño asustado que escribió sobre criaturas absolutistas y complejas.
Se lo llevó un cáncer intestinal el 15 de Marzo del año 37 y fue sepultado sin demasiados honores en el cementerio de Swan Poin.
Si vais a visitarle comprobaréis que su tumba pertenece al panteón familiar de su abuelo. Es de lo más simple.
Con su muerte, nació su verdadera leyenda.
Un montón de fanáticos seguidores buscó dentro de sus relatos los más absurdos significados.
Así nació el mito de los dioses arquetípicos, encerrados en puertas dimensionales y deseosos de volver a apoderarse de lo que fuera suyo. Nuestro mundo.
Mi Dios favorito es Azathoth, una deidad ciega e idiotizada, pero existe una extensa lista de nombres a cual más complejo. ¿Para qué citarlos?, detesto los listados.
Sus seguidores buscaron el mítico libro El Necronomicon (que aparece en muchos de sus relatos). Un libro mágico escrito por un árabe desquiciado.
Se ha buscado este libro infatigablemente hasta nuestros días, incluso algunos libreros dados a la broma, aseguraron poseerlo y se subastaron por verdaderas fortunas.
Existe un anuncio con la descripción exacta del volumen.
Aguardad, voy a buscarla.
Dice así:

“Al hazred, Abdul”
El necronomicon- España (Toledo) 1647.
Lomo de piel algo ajado y descolorido. Por lo demás en excelentes condiciones.
Numerosos pequeños grabados en madera de signos y símbolos esotéricos.
Al parecer es un tratado (en latín) de magia ritual. El sello de ex libris en la página de respeto indica que el libro procede de la biblioteca de la Universidad de Miskatonic.

Os recomiendo que no lo busquéis, lo tengo yo.
Leed a H.P.Lovefcraft, es verdaderamente magnífico.
En cuanto a  Edgar Allan Poe, es ridículo  explayarnos en su desastrada vida. Alcohólico, expulsado de West Point, escritor de nefasta conducta, siempre con un pie en la tumba de la miseria.
Se casó con la desdichada Mary Devereaux, una niña que moriría en la cochambre de un largo invierno.

De esa muerte nacerían varios de sus relatos. Unos relatos jamás antes concebidos. Sadismo, necrofilia, nuevas perspectivas el cuervo siempre aleteó a su alrededor.
Poe, Poe, delirios, borracheras, láudano, el terror a la oscuridad, lo recogieron en una tabernucha atiborrada de gentes de baja estofa. Había elecciones y nadie reparó en aquel borracho caído.
Tardó cinco días en morir en el hospital de Baltimore.
Falleció a las 3 de la madrugada del 7 de octubre de 1849.
Todos los años me acerco a hacerle una visita con una botella de whisky, este año no he podido.

Ya no se encuentran tipos como él. Lo siento por Stephen King (tiene su agenda tan apretada con sus editores que  sus libros han perdido toda calidad, además siempre es lo mismo, el pueblo perdido, los  vecinos de la localidad, sicópatas, violadores y de más,  y como excusa, a veces metido a calzador, el argumento en sí).
Continúa lloviendo.
Me asomo al ventanal y admiro Visaria. Toda la aldea surge repleta de casas desbarajustadas. Un complejo enredo de angostas callejuelas.
Antes, la aldea era mucho más hermosa, pero cuando su alcalde dinamitó la presa del pantano, para aniquilar a Frankenstein (por cierto un decrepito monstruo interpretado por Bela) y al hombre lobo, toda la villa, incluido mi torreón, sufrió lamentables desperfectos.
Sin embargo, a mí me gusta mucho más así. Me encantan las ruinas.
Ahora me detengo a aspirar el rancio olor  de libros viejos, infectados de ancestrales conocimientos oscuros.
Queridos visitantes, espero no haberos aburrido y haber llamado vuestra atención (no lo creo, demasiado que leer, ¿verdad?), en cualquier caso, puede que entre toda esa multitud invisible, encontremos a algún amante de lo tenebroso.
Los más experimentados ya me habrán sacado algún defectillo, (es inevitable), y los noveles, bueno esos no se enteran de nada, podría poner lo que me viniera en gana, sin que nadie me contrariara (sería  perfecto, nueva risa).
Espero al menos  despertar en ellos su atención hacia esta literatura y que abandonen un poquito los macro botellones, la tele basura, el fútbol y los porros.
 Tomad esto, como una especie de catálogo  o índice  un tanto comprimido, de los autores que para mí son más significativos.
Perdonadme si me he olvidado de alguno. Y si gustáis, os invito (ya de paso) a que leáis  mis cuentos. Con ellos quiero contribuir a engrandecer aún más, este extenso universo gótico.
Desde Visaria hasta pronto.